lunes, 28 de junio de 2010

Un Angel Caido


Recuerdas cuando volví de aquel viaje?... lo recuerdas aun?.
Estabas frente a la chimenea, abrigada por una manta vieja que guardabas desde niña. Tus manos acariciaban tiernamente tus brazos, calentándote brevemente y distrayendo tus pensamientos. Vestías de Blanco, tu color favorito, con pantuflas acolchadas y una pinza en el cabello con forma de ala. Yo te observaba por la ventana, te admiraba por un lapso, antes de entrar. Estabas hermosa, radiante… pero en tu mirada… Al girar tu cuerpo, tu rostro humedecido por las lágrimas y un sudor apenas perceptible, daba cuenta de cansancio, de una lucha incansable, de una guerra que nadie sentía pero que aun así existía en ti.

Levantaste la cobija con tu mano derecha y limpiaste tu cara. Preocupada por haber corrido tu maquillaje corriste afanosa al tocador para revisarte en el espejo, dos lágrimas mas salieron cuando te miraste en el… Yo cauteloso miraba y esperaba a que estuvieras lista. Luego de algunos minutos saque las llaves, y camine hasta la puerta. Limpie un poco la nieve que había caído en mi suéter y en mi cabeza y con gran decisión y discreción abrí la puerta.

Caíste en un solo abrazo, fuerte y decidido, sentí el amor y la esperanza que nacían de las cenizas en las que el fuego, de la distancia en mi larga ausencia, las habían convertido. Palabras hermosas brotaron de tu boca como látigos y dardos que me provocaron tristeza y culpa, a lo que yo respondí simplemente "Perdón".

Dijiste palabras bellas, pero con cierto aroma a despedida… "te extrañe tanto… esperaba que volvieras pronto…"… y sentí miedo, un miedo aterrador.

Besaste mis manos, mirándome a fijamente y sin parpadear mientras lágrimas nuevas de un viejo dolor salían rápidamente a difuminar tu maquillaje mientras lagunas de tristeza ahogaban tu respiración y tus ojos mientras tu voz temerosa se apoderaba del silencio con palabras de amor… y en silencio quedaba mientras te besaba tiernamente en una sola alma. Te aferraste a mí con tal fuerza con tal decisión, que no sentí que te irías…

Y relámpagos deshicieron la paz, de una gris tarde dominada por la nieve, que en lugar de pintar un universo blanco, nublaban de rojo carmesí, una noche, que dolía desde el inicio. Tus besos se hacían más tiernos, más suaves… De pronto el aire en la habitación se torno mas fría de lo normal… "amor?... Mi vida?.....¡que te pasa?!!!!"… Solo un grito resonó mas profundo que el relámpago que ilumino su cuerpo, pálido y desprotegido. Soltó su cobija para aferrar sus manos a mi rostro para besarme de nuevo. Sostuve su cuerpo en mis brazos alzándola hasta la cama, donde la deje suavemente arropándola con su viaja manta… Busque hierbas y un recipiente metálico donde hervir agua. Encendí la estufa con casi cinco fósforos. Volví a tu lado, corriendo, torpemente, como si nuestro hogar fuera una inmensa jungla llena de obstáculos y largas distancias; cuando entre a la habitación con una sonrisa débil y sincera me pediste quedarme a tu lado diciendo "siéntate", y de nuevo mi alma blindada recibía un ataque directo, que fragmentaba mi respiración y provocaba suspiros profundos que a menudo se transformaban en lágrimas.

Fueron tus manos, aun más frías, las que, con una caricia, terminaron de romper mi escudo y produjeron al fin en mar de lágrimas al cual llegue sin aviso pero con mucha fuerza. "Que pasa… Que tienes" pregunte con firmeza, ella solo una sonrisa respondió, mientras intentaba acomodar su tembloroso cuerpo ya sin fuerza… acomode su almohada un poco más alta para que pudiera estar como sentada. Luego con una tos seca que tapo con un pañuelo que estaba sobre su mesa de noche. Tocio tres veces, la ultima mas débil que la segunda, pero igual de seca que las otras dos…

"el día que te fuiste, mi corazón empezó a extrañarte tanto, que mi alma le obsequio los besos que el tenia guardados, para que él no se sintiera solo… Luego de un tiempo mi corazón empezó a pensar en ti con tanta frecuencia, que mi alma le regalo todos los recuerdos que tenia de ti para que no se sintiera solo… Hace unos meses, mi corazón empezó a dudar mucho de ti, que mi alma le dio todas las cosas lindas que alguna vez me habías dado, para que él no se sintiera solo… Hace una semana… mi corazón empezó a latir más lento y con menos intensidad porque mi alma se ha quemado con todo ese amor que tenía guardado para ti…"

"Perdona…" intente decir mientras tocías de nuevo y con más fuerza la tos se adueñaba del silencio que inundaba la noche y desvanecía los relámpagos en la inmensidad… "yo solo buscaba un mejor futuro para los dos… no debí dejarte… Perdóname…" y tú de nuevo callabas mi boca con el fuerte sonido de aquel demonio que intentaba destruirte desde las entrañas.

"Hoy mi corazón con tu llegada ha vuelto a latir con intensidad sintiéndote cerca, oyendo tu voz, respirándote, viendo tus ojos… pero mi alma se ha esfumado en las llamas del amor que no dejara de sentir mi corazón… ahora me quedare a tu lado y conmigo mi alma y corazón encendidas de amor… tanto amor que mantuve encendidos estos años."

"no me dejes" replique con fuerza, intentando evadir la realidad que respondía con fría crueldad a mis suplicas.

"no temas… no me iré, aquí a tu lado estaré cuidando de ti así como me ha cuidado el amor que nació dentro de mi hace tiempo… ha sido ese amor lo que me mantuvo viva esperándote… mientras esta enfermedad me consumía, mi alma y mi corazón engañaba a mi cuerpo y mi cerebro, diciendo que eran mis sentimientos los culpables del malestar… pero era esta enfermedad la culpable… jajaja que fácil fue engañada (!tonta enfermedad¡)… mi corazón y mi alma no dejaron de pensarte, extrañarte y adorarte, porque jamás estuvieron solos, siempre estuviste aquí y en mis recuerdos tus besos, tus caricias, tus abrazos, los momentos que pace contigo y todos los momentos que me hiciste feliz… Jamás deje de amarte, y mi alma y corazón jamás dudaron de ti, solo esperábamos a que volvieras…"

"No te vayas… no te quiero perder" dije.

"sabes que no me iré, así como tú nunca te fuiste… no llores porque estoy feliz… estaré a tu lado… cuidando de ti… y te amare por siempre como tu lo has hecho…" tocio de nuevo y dijo "Dame tu mano porque me acobijas, dame un beso porque así me enloquezco y dame un abrazo porque en el calor de tu cuerpo me quedare el resto de tu vida, durmiendo en el sueño que forjamos juntos, un sueño que se volvió realidad y se convirtió en amor puro… en amor verdadero… buenas noches amor… te espero al amanecer, donde el sol aguarda inmóvil en el horizonte… … … buenas noches…"

Y durmió en un suspiro sonriente y eterno.

Hoy que se quien eras y estoy listo para dormir a tu lado, aunque para mi han pasado 39 años más, se que sigues ahí junto al sol esperando por mi… Tú fuiste un Ángel… pero no un ángel cualquiera, lo sé. Fuiste mi inspiración en la tierra y serás mi bendición en el cielo.